Era una mañana tranquila, me desperté ante un día soleado pero ligeramente opaco y con tonos rojizos, era como si de un atardecer inverso se tratase. Tan apacible clima era contrastado con mi perturbada mente y mi cuerpo tembloroso en escalofríos, era como si el buen día estuviera burlándose de mí. Siempre digo que el clima y el entorno no deberían afectarme y que da igual que sea de noche o de día, el punto es no dejarme influenciar por el ambiente... sin embargo, siempre hay algo de lo que no puedo liberarme del todo, mis sueños. A veces lo considero una aliviadora bendición, pero en otras, una maldita pesadilla.
— Hey, David ¿acabas de despertar?, ¿qué carajos fue lo que pasó ayer como para que te veas tan en la mierda?
— No recuerdo bien, estuve caminando fuera de nuestro vecindario, estaba cerca de la feria y “algo” pasó que estuve corriendo y terminé aquí.
— Parece que todavía sigues dormido, ¿no será que bebiste mucho y no recuerdas que pasó para que vengas todo agitado y casi sin aliento a casa?
Tomé un respiro y traté de hacer memoria. Maldita memoria, a veces me falla cuando acabo de despertar, algunas veces sueño sobre recuerdos de mi pasado y se sienten tan vividos que a veces hasta llegan a reescribir mis recuerdos reales siendo modificados al despertar. Sigh… espero que esta vez sea verídico.
— Ahora que lo mencionas, sí estuve en la feria y me invitaron un par de cervezas y un cigarrillo. Pero me aburrí y fui a tomar un poco de aire fresco en la pradera cerca del establo del señor Martin, el sonido del riachuelo me relajó bastante pero aquello cambió cuando observé a una figura canina cuadrúpeda cerca de la orilla. Aquel ser estaba bebiendo agua hasta que escuchó mis pasos mientras me aproximaba buscando saber qué cosa era. Mis ojos se desorbitaron cuando aquella figura peluda comenzó a levantarse en dos patas y cambió a una forma humanoide. El pánico de aquella escena me impidió gritar pero actué rápido y corrí todo lo que podía, en principio este ser me estuvo persiguiendo, podía escuchar sus pasos y un leve aullido que parecía de lobo. Tomé un atajo y entre al pueblo por un callejón desolado, mis pies seguían moviéndose pero mis sentidos se me agotaban y apenas pude orientarme para llegar hasta aquí. Llegué y golpeé a la puerta varias veces con tanta fuerza que me desvanecí.
— Bueno, al menos ya quedamos con algo en claro, nunca más beber y fumar un porro al mismo tiempo, ¿no?
— Deja de joder, Paco. Si solo vas a ponerte así, mejor ándate a ver si ya puso la marrana, que solo sirves para burlarte.
— Pero David, espera, ¿me vas a decir que aquello fue real siquiera?, para mí que solo andabas muy volado y un tipo raro amante de los animales te estuvo persiguiendo en su furrysuit para pedirte que no le delates.
— Jaja, lo tuyo es más estúpido, ¿crees que solo un tipo así de raro va a pedir a uno de buenas a primeras que razone con él y le haga el favor de no delatarlo sin tener alguna garantía de que pueda cumplir esa hipotética promesa?
— Sabes qué, mejor terminemos esto acá que ya dejó de tener gracia. En todo caso dejémoslo como que estuviste muy agitado después de beber anoche por la razón que dices y te desmayaste al llegar, tuviste un mal sueño y amaneciste de pésimo humor. ¿Mejor?
Mi primo Paco siempre actúa así, desinteresado y sin tomarse las cosas en serio, buscando entretenerse para pasar el rato. Recuerdo que en el pasado luego de aburrirse de hablar con alguien terminaba yéndose a jugar con su mascota Duffy. Bueno, al menos así era cuando éramos niños. Supongo que ahora habrá cambiado un poco, más aun luego de que se mudara a este pueblo que parece sacado de un cuento de brujas. Todo este pueblo me es ajeno y luce tan tétrico pero parece que todos disfrutan como luce, tiene pocos sitios iluminados durante la noche y bastantes campos verdes.
Llevo poco tiempo desde que decidí pasarme unas vacaciones aquí por Halloween. Es una celebración un tanto diferente de lo que solemos ver en la ciudad ya que suelen festejarlo una semana entera en vez de un día. La abuela era nativa de este pueblo, me explicaba todo esto con paciencia y tranquilidad, aunque mientras más me contaba de las costumbres del pueblo más me desconcertaba. En cuanto a mi primo, me presentó a unos “amigos” para salir a matar el tiempo en el festival, en el fondo intentaba ayudarme para que me adaptara un poco al pueblo y su gente, supongo.
Paco era un taxidermista aficionado y trabajaba durante esta temporada en el circo de la feria de Halloween, el circo exótico de Play Ludo, algunos lo llamaban también como P’Ludo. Me desperté por completo y me levanté del camarote y antes de salir de la habitación mi primo me abrió la puerta, estaba por salir hasta que me dijo que quería hablar conmigo para disculparse. Yo no tenía ganas de hablar ni nada, pero vi que había traído unos panqueques y un té de manzanilla, probablemente los había preparado nuestra abuela.
— Lo acaba de preparar la abue, es manzanilla recién preparada de lo que conseguimos del huerto, no está muy concentrado, pero espero que te calme un poco. Sabes, en verdad lamento haberme puesto de mala onda contigo hace rato, no esperaba que te lo tomaras tan en serio.
— (sorbo) Ando de mal humor, eso es todo. Al parecer solo era un sueño lúcido, y ya que confirmé en que fue una pesadilla, no va a afectarme más. A decir verdad, ahora recuerdo un poco más sobre ese sueño, en realidad yo estaba caminando por la pradera con una linterna. La luz de luna llena no era tan iluminada como pensaba, o quizás no veía mucho porque todo estaba cubierto de arbustos y árboles frondosos. Y de hecho había animales sueltos por doquier, algunos estaban bebiendo agua del riachuelo… con a esa figura extraña bebiendo junto a ellos.
— Detente, no creo que quieras seguir indagando en tus sueños…
— Y recordando mejor, había un lobo desfallecido junto a esa figura humanoide peluda, aunque de hecho, ambos tenían el mismo pelaje y el mismo tipo de orejas puntiagudas. Lo que me detuvo de caminar fue ver como esa cosa comenzaba a beber con sus “manos” y yo… en un intento de acto reflejo prendí la linterna apuntándole a la cabeza y su cara… era… era… eras...tú.
Sueño y realidad, cada vez me es más difícil determinar qué es real y qué no. ¿Sigo soñando?, ¿es esta una mala broma para joderme mis vacaciones?, ¿estoy drogado como decía Paco? Quiero salir de esto, ya.
— No esperaba que recuperaras tus recuerdos. Hasta cierto momento incluso pensé que esto quedaría como una mala anécdota sin alterar el orden en nuestras vidas. Lástima.
Sea parte esto de un sueño o no, tengo que huir y escapar de esta habitación. Ahora entiendo por qué la cerró justo después de traerme la manzanilla y los panqueques. Pero todavía puedo enfrentarlo y huir, todavía tengo…
— No quería que indagues más en tus recuerdos. Al parecer no fue eficaz aquella sustancia que me vendió aquel viejo charlatán en las afueras del circo. Me dijo que con aquella dosis sería tan potente que estarías confundido y no podrías recordar casi nada, vaya mentiroso que es ese viejo, luego me encargaré de él. En cuanto a ti, no quiero que recuerdes más, hay cosas que es mejor no saber, y mucho menos que todo el mundo lo sepa. Sabes lo mal visto y castigado que es el bestialismo en este pueblo, ¿verdad? No estoy seguro de qué tanto recuerdas o recordarás de lo que pasó ayer en la noche, y la verdad no quiero que mi reputación se vea afectada por alguien de dudosa confiabilidad.
— Espera, podemos arreglar esto, yo puedo irme y dejamos esto como un recuerdo inexistente…
— Lo cierto es que no me puedo fiar de ti. Y lo cierto también es que todavía figuras como desaparecido. Esta no es nuestra habitación, de hecho también estuviste durmiendo por un buen rato, despertaste al atardecer. Estamos en una de las habitaciones del circo, es curioso que se vea tan parecida a nuestra habitación en la casa de la abuela. Solo me bastó conseguir un camarote de madera, reorganizar algunos muebles y limpiar el desorden. En cierta parte también fue conveniente tu poca lucidez y orientación para no darte cuenta a tiempo.
Lo último que recuerdo fue que lo empujé y con lo poco que tenia de fuerza derribé la puerta y estaba en lo cierto, me encontré en un pasillo distinto a los de casa, estaba en el circo. Y como si fuera un deja vu, empecé a correr y escuchar sus "aullidos" a lo lejos. Intenté abrir la puerta al final del pasillo a golpes, pero mis pies y mis brazos dejaron de funcionar, y un terrible sueño comenzó a nublar mi mente, me comencé a paralizar y caí tendido al suelo.
— Ah, bendito té de manzanilla, nunca falla.
* Han pasado 3 días desde la desaparición de David y todo el vecindario estuvo buscándolo por todas partes. La policía en una reconstrucción de los hechos llegó a saber que David estaba bebiendo con sus amigos en la feria horas antes de que reportaran su desaparición. En aquella búsqueda fueron a inspeccionar el circo Play Ludo, y sus amigos encontraron una prenda en el pozo de los cocodrilos. Era un trozo desgarrado de una camisa amarilla teñida en sangre junto a unos restos de huesos humanos. Luego de llamar a la abuela de David y a sus demás familiares para reconocer dicha prenda, lo afirmaron, era de él. Paco rompió en llanto al ver tal sangriento “accidente”, pues sí, en verdad estaba llorando pero al mismo tiempo estaba con mucha adrenalina y reía por dentro al haberse deshecho de David y quedar desapercibido ante las autoridades como sospechoso. Paco dijo que no se encontraba en el circo durante la desaparición de David y que debido a tal trágico evento ya no volvería a trabajar nunca más en un circo. Mencionó que quería dedicarse a trabajar el resto de sus días como un taxidermista profesional, algunos decían que aquello era lo que en verdad le apasionaba.
— Hey, David ¿acabas de despertar?, ¿qué carajos fue lo que pasó ayer como para que te veas tan en la mierda?
— No recuerdo bien, estuve caminando fuera de nuestro vecindario, estaba cerca de la feria y “algo” pasó que estuve corriendo y terminé aquí.
— Parece que todavía sigues dormido, ¿no será que bebiste mucho y no recuerdas que pasó para que vengas todo agitado y casi sin aliento a casa?
Tomé un respiro y traté de hacer memoria. Maldita memoria, a veces me falla cuando acabo de despertar, algunas veces sueño sobre recuerdos de mi pasado y se sienten tan vividos que a veces hasta llegan a reescribir mis recuerdos reales siendo modificados al despertar. Sigh… espero que esta vez sea verídico.
— Ahora que lo mencionas, sí estuve en la feria y me invitaron un par de cervezas y un cigarrillo. Pero me aburrí y fui a tomar un poco de aire fresco en la pradera cerca del establo del señor Martin, el sonido del riachuelo me relajó bastante pero aquello cambió cuando observé a una figura canina cuadrúpeda cerca de la orilla. Aquel ser estaba bebiendo agua hasta que escuchó mis pasos mientras me aproximaba buscando saber qué cosa era. Mis ojos se desorbitaron cuando aquella figura peluda comenzó a levantarse en dos patas y cambió a una forma humanoide. El pánico de aquella escena me impidió gritar pero actué rápido y corrí todo lo que podía, en principio este ser me estuvo persiguiendo, podía escuchar sus pasos y un leve aullido que parecía de lobo. Tomé un atajo y entre al pueblo por un callejón desolado, mis pies seguían moviéndose pero mis sentidos se me agotaban y apenas pude orientarme para llegar hasta aquí. Llegué y golpeé a la puerta varias veces con tanta fuerza que me desvanecí.
— Bueno, al menos ya quedamos con algo en claro, nunca más beber y fumar un porro al mismo tiempo, ¿no?
— Deja de joder, Paco. Si solo vas a ponerte así, mejor ándate a ver si ya puso la marrana, que solo sirves para burlarte.
— Pero David, espera, ¿me vas a decir que aquello fue real siquiera?, para mí que solo andabas muy volado y un tipo raro amante de los animales te estuvo persiguiendo en su furrysuit para pedirte que no le delates.
— Jaja, lo tuyo es más estúpido, ¿crees que solo un tipo así de raro va a pedir a uno de buenas a primeras que razone con él y le haga el favor de no delatarlo sin tener alguna garantía de que pueda cumplir esa hipotética promesa?
— Sabes qué, mejor terminemos esto acá que ya dejó de tener gracia. En todo caso dejémoslo como que estuviste muy agitado después de beber anoche por la razón que dices y te desmayaste al llegar, tuviste un mal sueño y amaneciste de pésimo humor. ¿Mejor?
Mi primo Paco siempre actúa así, desinteresado y sin tomarse las cosas en serio, buscando entretenerse para pasar el rato. Recuerdo que en el pasado luego de aburrirse de hablar con alguien terminaba yéndose a jugar con su mascota Duffy. Bueno, al menos así era cuando éramos niños. Supongo que ahora habrá cambiado un poco, más aun luego de que se mudara a este pueblo que parece sacado de un cuento de brujas. Todo este pueblo me es ajeno y luce tan tétrico pero parece que todos disfrutan como luce, tiene pocos sitios iluminados durante la noche y bastantes campos verdes.
Llevo poco tiempo desde que decidí pasarme unas vacaciones aquí por Halloween. Es una celebración un tanto diferente de lo que solemos ver en la ciudad ya que suelen festejarlo una semana entera en vez de un día. La abuela era nativa de este pueblo, me explicaba todo esto con paciencia y tranquilidad, aunque mientras más me contaba de las costumbres del pueblo más me desconcertaba. En cuanto a mi primo, me presentó a unos “amigos” para salir a matar el tiempo en el festival, en el fondo intentaba ayudarme para que me adaptara un poco al pueblo y su gente, supongo.
Paco era un taxidermista aficionado y trabajaba durante esta temporada en el circo de la feria de Halloween, el circo exótico de Play Ludo, algunos lo llamaban también como P’Ludo. Me desperté por completo y me levanté del camarote y antes de salir de la habitación mi primo me abrió la puerta, estaba por salir hasta que me dijo que quería hablar conmigo para disculparse. Yo no tenía ganas de hablar ni nada, pero vi que había traído unos panqueques y un té de manzanilla, probablemente los había preparado nuestra abuela.
— Lo acaba de preparar la abue, es manzanilla recién preparada de lo que conseguimos del huerto, no está muy concentrado, pero espero que te calme un poco. Sabes, en verdad lamento haberme puesto de mala onda contigo hace rato, no esperaba que te lo tomaras tan en serio.
— (sorbo) Ando de mal humor, eso es todo. Al parecer solo era un sueño lúcido, y ya que confirmé en que fue una pesadilla, no va a afectarme más. A decir verdad, ahora recuerdo un poco más sobre ese sueño, en realidad yo estaba caminando por la pradera con una linterna. La luz de luna llena no era tan iluminada como pensaba, o quizás no veía mucho porque todo estaba cubierto de arbustos y árboles frondosos. Y de hecho había animales sueltos por doquier, algunos estaban bebiendo agua del riachuelo… con a esa figura extraña bebiendo junto a ellos.
— Detente, no creo que quieras seguir indagando en tus sueños…
— Y recordando mejor, había un lobo desfallecido junto a esa figura humanoide peluda, aunque de hecho, ambos tenían el mismo pelaje y el mismo tipo de orejas puntiagudas. Lo que me detuvo de caminar fue ver como esa cosa comenzaba a beber con sus “manos” y yo… en un intento de acto reflejo prendí la linterna apuntándole a la cabeza y su cara… era… era… eras...tú.
Sueño y realidad, cada vez me es más difícil determinar qué es real y qué no. ¿Sigo soñando?, ¿es esta una mala broma para joderme mis vacaciones?, ¿estoy drogado como decía Paco? Quiero salir de esto, ya.
— No esperaba que recuperaras tus recuerdos. Hasta cierto momento incluso pensé que esto quedaría como una mala anécdota sin alterar el orden en nuestras vidas. Lástima.
Sea parte esto de un sueño o no, tengo que huir y escapar de esta habitación. Ahora entiendo por qué la cerró justo después de traerme la manzanilla y los panqueques. Pero todavía puedo enfrentarlo y huir, todavía tengo…
— No quería que indagues más en tus recuerdos. Al parecer no fue eficaz aquella sustancia que me vendió aquel viejo charlatán en las afueras del circo. Me dijo que con aquella dosis sería tan potente que estarías confundido y no podrías recordar casi nada, vaya mentiroso que es ese viejo, luego me encargaré de él. En cuanto a ti, no quiero que recuerdes más, hay cosas que es mejor no saber, y mucho menos que todo el mundo lo sepa. Sabes lo mal visto y castigado que es el bestialismo en este pueblo, ¿verdad? No estoy seguro de qué tanto recuerdas o recordarás de lo que pasó ayer en la noche, y la verdad no quiero que mi reputación se vea afectada por alguien de dudosa confiabilidad.
— Espera, podemos arreglar esto, yo puedo irme y dejamos esto como un recuerdo inexistente…
— Lo cierto es que no me puedo fiar de ti. Y lo cierto también es que todavía figuras como desaparecido. Esta no es nuestra habitación, de hecho también estuviste durmiendo por un buen rato, despertaste al atardecer. Estamos en una de las habitaciones del circo, es curioso que se vea tan parecida a nuestra habitación en la casa de la abuela. Solo me bastó conseguir un camarote de madera, reorganizar algunos muebles y limpiar el desorden. En cierta parte también fue conveniente tu poca lucidez y orientación para no darte cuenta a tiempo.
Lo último que recuerdo fue que lo empujé y con lo poco que tenia de fuerza derribé la puerta y estaba en lo cierto, me encontré en un pasillo distinto a los de casa, estaba en el circo. Y como si fuera un deja vu, empecé a correr y escuchar sus "aullidos" a lo lejos. Intenté abrir la puerta al final del pasillo a golpes, pero mis pies y mis brazos dejaron de funcionar, y un terrible sueño comenzó a nublar mi mente, me comencé a paralizar y caí tendido al suelo.
— Ah, bendito té de manzanilla, nunca falla.
* Han pasado 3 días desde la desaparición de David y todo el vecindario estuvo buscándolo por todas partes. La policía en una reconstrucción de los hechos llegó a saber que David estaba bebiendo con sus amigos en la feria horas antes de que reportaran su desaparición. En aquella búsqueda fueron a inspeccionar el circo Play Ludo, y sus amigos encontraron una prenda en el pozo de los cocodrilos. Era un trozo desgarrado de una camisa amarilla teñida en sangre junto a unos restos de huesos humanos. Luego de llamar a la abuela de David y a sus demás familiares para reconocer dicha prenda, lo afirmaron, era de él. Paco rompió en llanto al ver tal sangriento “accidente”, pues sí, en verdad estaba llorando pero al mismo tiempo estaba con mucha adrenalina y reía por dentro al haberse deshecho de David y quedar desapercibido ante las autoridades como sospechoso. Paco dijo que no se encontraba en el circo durante la desaparición de David y que debido a tal trágico evento ya no volvería a trabajar nunca más en un circo. Mencionó que quería dedicarse a trabajar el resto de sus días como un taxidermista profesional, algunos decían que aquello era lo que en verdad le apasionaba.
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