Era una mañana tranquila, me desperté ante un día soleado pero ligeramente opaco y con tonos rojizos, era como si de un atardecer inverso se tratase. Tan apacible clima era contrastado con mi perturbada mente y mi cuerpo tembloroso en escalofríos, era como si el buen día estuviera burlándose de mí. Siempre digo que el clima y el entorno no deberían afectarme y que da igual que sea de noche o de día, el punto es no dejarme influenciar por el ambiente... sin embargo, siempre hay algo de lo que no puedo liberarme del todo, mis sueños. A veces lo considero una aliviadora bendición, pero en otras, una maldita pesadilla.
viernes, 16 de noviembre de 2018
viernes, 2 de noviembre de 2018
Reseña: Shoukoku no Altair
Suscribirse a:
Entradas (Atom)