La temática de los viajes en el tiempo no es nada nuevo en el anime, siempre se le ha otorgado cierta libertad para darnos distintos caminos y enfoques donde la historia se desarrolla. Es un tema que capta mi atención al encontrar en alguna serie sci-fi o cyberpunk, sin embargo, no suelo tomarle seriedad cuando se le enlaza al género escolar o slice of life. Parte de esa falta de interés de mi parte es cuando dicha temática se pierde en el camino para enfatizar temas desligados como el fanservice o la comedia pura como entretenimiento. Lo que suele llamar mi atención es cuando se delimita muy bien qué es lo que se puede obtener con la capacidad de utilizar un viaje en el tiempo, y qué es lo que se puede lograr para que sea cautivante en el espectador sin llegar al aburrimiento por la cantidad excesiva de normas o reglas al realizar una unión en toda la trama. Sagrada Reset es el ejemplo de cómo utilizar esta herramienta y cómo, a pesar de que en el camino se arriesgó en tornarse densa (y a veces angustiante), pudo concluir con la mejor habilidad (de parte del autor) al respetar todas sus reglas sobre viajes en el tiempo, y además de ello lograr una armonía entre la relación de sus personajes con dichas limitaciones (sin necesidad de utilizar un Deus ex machina) para solucionar la problemática con esta historia.
Advertencia, esta reseña contiene ligeros spoilers con respecto a los primeros episodios de Sagrada Reset (denominado además como Sakurada Reset), en su mayoría explícitamente hasta el episodio 3. Sean bienvenidos a este artículo de parte de su servidor, espero les agrade.